La trayectoria de Toti Soler en otro país habría merecido hace tiempo unos cuantos cum laude y otros reconocimientos a la vista del balance artístico de un músico que ha escrito algunas de las páginas más bellas de la música popular de los últimos 50 años fuera de modas o imperativos.
Más que un músico a contracorriente, un creador al dictado siempre de una sensibilidad extrema. El temps que s’atura, su último trabajo, coincide con la celebración de su medio siglo de trayectoria y señala ese grado de clasicismo y excelencia que ha ido depositando en todas estas décadas solo o en compañía, desde la música o canción de autor y en diferentes encuentros. Para gozar de ese tiempo detenido, las voces de Gemma Humet y Laia Soler se funden de nuevo con la música y la propia voz de Soler. Cuando el término «mediterráneo» salpica tantos trabajos, la obra de Soler reescribe con elegancia esa geografía musical a partir de la contemporaneidad sumando al festín la otra música, la lírica de los poetas.
Carles Gámez (Babelia, EL PAÍS, 25/12/2015)
Carles Gámez (Babelia,
EL PAÍS, 25/12/2015)